lunes, 25 de febrero de 2013

AGUDA DIALÉCTICA


El martes 19 de febrero nos visitó el filósofo Carlos Díaz. Por la mañana estuvimos con los alumnos de segundo de bachillerato de Fregenal y Los Santos. en el IES Eugenio Hermoso de Fregenal de la Sierra. El acto fue presentado por Inmaculada, una de las profesoras del centro, y por Benito Estrella, amigo del autor y conocedor de su obra. Carlos Díaz comenzó el acto de manera sorprendente y rompedora, pues le dijo a los alumnos que se levantaran de sus asientos y que se colocaran en torno a él. Así , a la manera de las asambleas, para romper el hielo y propiciando una comunicación más cercana empezó el acto. Carlos hizo un recorrido por la historia de la humanidad y sobre las actitudes del hombre con sus semejantes en sociedad. Distinguió tres actitudes: Preconvencional ( cuando predomina el individualismo frente a la sociedad a la que se considera enemiga de nuestra libertad , bienestar y seguridad); Convencional ( la más frecuente, al hombre sólo le importa lo cercano, la familia y amigos, pero a partir de ahí traza una línea que lo separa del resto de la humanidad y es la indiferencia lo que predomina ante los demás) y finalmente Postconvencional ( cuando el lema del ser humano es :”No querer para los demás lo que no queremos para nosotros y querer para los demás lo que queremos para nosotros). Este es el lema del personalismo comunitario, corriente filosófica que defiende el autor y que ante los jóvenes destacó como un camino para humanizar la sociedad, una forma de insumisión ante la insolidaridad , la injusticia y el pesimismo.




  Por la tarde el acto fue en el Parador ante un público numeroso. Benito Estrella hizo una presentación original a modo de entrevista, recordando antes su amistad con él y dando pinceladas básicas y muy orientadoras sobre nuestro autor, su pensamiento y su personalidad. Destacó la honestidad intelectual y humana de Carlos Díaz, y su carácter quijotesco y unamuniano, buscador incansable de la verdad, zarandeador de conciencias contra la rutina y lo políticamente correcto. Con las preguntas de Benito Estrella, el autor fue desarrollando las líneas principales del personalismo comunitario. Habló de que ya no estamos en una sociedad teocéntrica donde predominaba lo religioso, ni en una sociedad prometeica o ilustrada , también llamada sociocéntrica, de grandes relatos o ideologías. Ahora, afirmó Carlos Díaz, hemos llegado a una sociedad hedonista, nihilista, y egocéntrica en la que se ha olvidado  al ser humano como prójimo y predomina la indiferencia. Abogó por la recuperación de los valores humanistas, lo que llamó la democracia moral, la solidaridad con el débil, el perdón como forma de superar fanatismos y rencores y trató temas polémicos, como la monarquía,la jerarquía de la Iglesia, ecologismo y aborto, etc.
     El debate que se suscitó con el público fue polémico, pero, en nuestra opinión, muy interesante y enriquecedor. Sin duda los planteamientos de Carlos Díaz no dejaron indiferentes a la concurrida audiencia y el acto se  prolongó más de lo habitual, aunque  mereció la pena. Agradecemos a Carlos Díaz su asistencia al Seminario y al público que con sus preguntas estuvo a la altura de las circunstancias.


3 comentarios:

  1. Bueno, también un poco impertinente, pedante (con sus constantes citas en alemán) y faltón estuvo el invitado. Desde un estrado y con un micrófono en la boca se debe ser más respetuoso con el público que, como dicen los comerciantes de los clientes, siempre tiene razón. Y si no la tiene, se le da.

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  2. Amigo PPK: creo que confundes en tu comentario -que por supuesto respeto- varias cosas: la pedantería con el saber, el estrado con la cátedra, al público -sean votantes o compradores- con las personas, al comerciante con el filósofo. Todo maestro filósofo, sea en el contexto que sea, tiene la obligación extrema de decir la verdad según su saber, guste o no guste a quien la oye; no está allí para vender nada ni contentar a nadie. Confundir el contexto mercantil con el contexto pedagógico es lo que nos ha traido hasta aquí. Un cordial saludo. Benito.

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  3. Estimado Benito: lo de darle la razón al público es, evidentemente, una forma de hablar, no muy acertada, a lo mejor; lo admito.
    Pero entre el saber y la pedantería creo que hay un abismo. Insisto. Y este hombre estuvo pedante: no se necesitan tantas citas en alemán, que después tradujo, ante un público que no sabe alemán.
    Su soberbia, le llevó, además, a no soportar que alguien del público le corrigiera un error.
    Y, por último, desacreditar a alguien porque no ha leído a Aristóteles en griego es tan absurdo como si se le descalifacara a él porque no ha leído la Biblia en arameo o hebreo.
    Puedo estar confundido en lo que dices, pero la actitud de este hombre no fue la de un sabio. Al menos, yo no creo que se comportara como tal. De humildad cristiana, cero patatero.
    Pregunta, Benito, a los asistentes al acto y comprobarás que no soy el único que sacó una conclusión parecida. Pero puedo estar equivocado.
    Saludos.

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