martes, 20 de marzo de 2012

EL AZAHAR O EL AZAR

El día 24 de abril a las 20:30 horas tendremos con nosotros al pintor Eduardo Naranjo, posiblemente en la capilla del Parador de Zafra. Os dejamos un recorrido por sus obras en este vídeo:

Entre 1986 y 1991 Poeta en Nueva York de Federico Garcíla Lorca le inspiran una serie de composiciones, de las que dejamos algunas.Añade el creador: Recuerdo que fue cercana a la primavera del 86 cuando, al fin inmerso y absorto en tan providenciales versos de Federico, iniciaba la génesis del personal universo de ellos imaginado. Como tampoco he olvidado que no sería hasta mi regreso de aquella fascinante y prolongada estancia en Cuba, donde como Federico tuve el arrojo y la dicha de viajar a Santiago, que -en una dulce evocación- concebí y realicé el último grabado Son de negros...Bello poema en el que, su alma felizmente influida por la incomparable gracia de aquella parte oriental de la "perla caribeña", Federico nos habla de allí ir en un coche de agua negra.
Atrás quedaban cinco largos años de ardua y difícil búsqueda en el intento de plasmar lo que en mí engendraron las palabras más dolientes de Federico: las de aquellos versos en los que nos denuncia el crimen de los humanos posos que habitan tras los flamantes e inigualables rascacielos en la ciudad pionera del cruel extremo del poder, la autosuficiencia y el sumo de la modernidad....
                                                     
Asesinado por el cielo.
Entre las formas que van hacia la sierpe
y las formas que buscan el cristal,
dejaré crecer mis cabellos.
Con el árbol de muñones que no canta
y el niño con el blanco rostro de huevo.
Con los animalitos de cabeza rota
y el agua harapienta de los pies secos.
Con todo lo que tiene cansancio sordomudo
y mariposa ahogada en el tintero.
Tropezando con mi rostro distinto de cada día.
¡Asesinado por el cielo!
En Viena hay diez muchachas,
un hombro donde solloza la muerte
y un bosque de palomas disecadas.
Hay un fragmento de la mañana
en el museo de la escarcha.
Hay un salón con mil ventanas.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals con la boca cerrada.
Este vals, este vals, este vals,
de sí, de muerte y de coñac
que moja su cola en el mar.
Te quiero, te quiero, te quiero,
con la butaca y el libro muerto,
por el melancólico pasillo,
en el oscuro desván del lirio,
en nuestra cama de la luna
y en la danza que sueña la tortuga.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals de quebrada cintura.
En Viena hay cuatro espejos
donde juegan tu boca y los ecos.
Hay una muerte para piano
que pinta de azul a los muchachos.
Hay mendigos por los tejados.
Hay frescas guirnaldas de llanto.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals que se muere en mis brazos.
Porque te quiero, te quiero, amor mío,
en el desván donde juegan los niños,
soñando viejas luces de Hungría,
por los rumores de la tarde tibia,
viendo ovejas y lirios de nieve
por el silencio oscuro de tu frente.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals del "Te quiero siempre".
En Viena bailaré contigo
con difraz que tenga
cabeza de río.
¡Mira qué orillas tengo de jacintos!
Dejaré mi boca entre tus piernas,
mi alma en fotografías y azucenas,
y en las ondas oscuras de tu andar
quiero, amor mío, amor mío, dejar,
violín y sepulcro, las cintas del vals.

1 comentario:

  1. Enhorabuena, Rafa, Jesús, por el esfuerzo titánico de mantener, en estos tiempos tan malos para la lírica, este oasis de cultura accesible en un pueblo tan alejado de los circuitos habituales.

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